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 Planchas
Es de justicia comenzar hablando del
injusto verbo planchar. Cuando estudiábamos en el colegio los
verbos, nunca conjugábamos el de planchar, en una época de educación
machista, habría resultado gracioso y bochornoso eso de "yo plancho,
tu planchas o el plancha", sobre todo cuando lo conjugaba una
persona del género masculino. Ahora que estamos en el nuevo milenio,
las mujeres llegan a casi todos los puestos de trabajo, a veces
incluso son ministras por el hecho de ser mujer, (la cuota es la
cuota), pero tan absurdo es eso, como que la plancha siga siendo un
electrodoméstico que el hombre sólo toca para enchufarla en la red,
o intentar arreglarla cuando hay avería. Ahora vamos a ver algunos
consejos relacionados con las planchas:
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Antes de empezar a planchar,
procura tener encendida la plancha durante cinco minutos. El
termostato suele tardar un rato en estabilizarse y la
temperatura inicial podría llegar a ser algo más alta que la que
necesitas.
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Empezar a planchar las
prendas más delicadas, que necesitan menor temperatura. Cuando
la plancha esté más caliente, planchar las prendas más
resistentes, como algodón o lino.
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Para planchar más de prisa:
colocar una tira de papel de aluminio grueso sobre la tabla de
planchar y cubrir con la sábana. Cuando planchas, el calor se
refleja en la parte inferior de la prenda.
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Almidona la funda de la
tabla de planchar, así se conservará limpia más tiempo.
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La suela de la plancha se
desliza mejor si la limpias así: pon el termostato en el
programa de lana y frota la suela con un cabo de una vela
durante un rato. Quitar los restos de cera con un trapo suave.
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Si la plancha se atasca con
algunos tejidos y no desliza bien, frota la base de la plancha
(cuando esté desenchufada) con un puñado de sal gorda. Repite la
operación varias veces y se deslizará mejor.
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Las prendas de poliéster
plánchalas del revés y con cuidado.
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Si la plancha deja una marca
sobre una falda de tejido sintético, ponle unas gotas de agua
oxigenada, rebajada con agua del grifo y aplica vapor, tensando
lo más posible la prenda. Después plancha por el revés con un
trapo sobre la prenda.
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Para planchar los bordados,
colocarlos boca abajo sobre una toalla de baño, antes de
plancharlos. Todos los espacios intermedios de los bordados
quedarán lisos cuando termines.
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Si planchas un traje con una
plancha de vapor, cepíllalo inmediatamente después, el
vapor se repartirá mucho mejor por toda la prenda y desaparecen
las arrugas.
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Antes de planchar una falda
plisada, tener la precaución de hilvanar los pliegues.
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Para que la raya del
pantalón quede perfecta, usa papel de embalar y pasa la
plancha sobre él.
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Si la plancha tiene los orificios
tapados, llenarla de agua y agregar un poquito de sosa o
de detergente. Elevar luego la temperatura, regulando el
termostato de forma que el agua se evapore. En sitios de aguas
calcáreas, se utilizará agua destilada.
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Para las arrugas en el
terciopelo, planchar por el revés sobre una toalla colocada
en la tabla, o colgar la prenda en un cuarto de baño cargado de
vapor de agua.
Si conoces otras sugerencias
interesantes sobre las planchas, puedes enviárnoslas y las pondremos
aquí, seguro que algunos quedarán planchados.
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