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 Los
gatos
El que dice que no le gustan los gatos,
posiblemente nunca haya tenido uno, no se trata de poseer la pasión
gatuna de Burgos con su precioso
Remo, pero ese desprecio que algunos demuestran hacia este
interesante
animal, no tiene sentido.
Algunos consejos caseros:
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Para acostumbrar al gatito a
que haga sus necesidades en la caja de arena, comprar
en la farmacia un frasco de tintura de valeriana y poner
unas gotitas en la arena. Se dirigirá a siempre allí como si
fuera su w.c.
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Para que no se suban
al sofá o al sillón, colocar unas bolas de naftalina.
También puedes cubrirlos con un plástico (lo odian), hasta
que aprendan que no deben de subirse.
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Si el gato se hace pipí:
cuando se haya secado frotar con un paño mojado en amoníaco,
además de quitar el olor, impedirá que el gato vuelva a
hacerlo en el mismo sitio.
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Para educar al gatito,
ten siempre cerca un pulverizador de agua, y cuando no se
porte bien, le rocías suavemente el hocico diciéndole: ¡no!.
Con lo listo que son y que el agua no les gusta demasiado,
aprenden rápidamente.
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Tanto para los gatos, como para
los perros, frotarles dos veces por semana con infusión de
poleo, es muy bueno para alejar las pulgas.
Aquí,
un enlace de
gatos muy evocador.
Si conoces otro sistema que hayas
probado y que funcione, nos avisas para colocar aquí, muchos te lo
agradecerán.
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